Si, como decía Julio Cortázar, todo autor necesita un Bestiario, en el caso de Gonzalo Rojas su mitología personal supera el mundo animal y, obedeciendo a la fuerte inclinación por la filosofía sufí, en la que todos los elementos del universo están conectados, el poeta chileno establece su bestiario particular con conceptos recurrentes como: mariposa, relámpago, piedra, nadie, carbón, serpiente…
RÉQUIEM DE LA MARIPOSA
Sucio fue el día de la mariposa muerta.
Acerquémonos
a besar la hermosura reventada y sagrada de sus pétalos
que iban volando libres, y esto es decirlo todo, cuando
sopló la Arruga, y nada
sino ese precipicio que de golpe,
y únicamente nada.
Guárdela el pavimento salobre si la puede
guardar, entre el aceite y el aullido
de la rueda mortal.
O esto es un juego
que se parece a otro cuando nos echan tierra.
Porque también la Arruga…
O no la guarde nadie. O no nos guarde
larva, y salgamos dónde por último del miedo:
a ver qué pasa, hermosa.
Tú que aún duermes ahí
en el lujo de tanta belleza, dinos cómo
o por lo menos, cuándo.